La derrota frente a Estados Unidos y los excesos de la dictadura santannista habían agotado al país. Para todos era evidente la necesidad de un cambio que fortaleciera a la nación. Los conservadores proponían regresar a une época de orden y gobierno firme. Los liberales proponían un gobierno civil fuerte que limitara el poder de la iglesia y evitara abusos del ejercito. En 1855 Juan Alvarez, que era liberal, se levanto en armas y destituyo a Santa Anna. Con el Pan de Ayutla consagro como ley las garantías individuales, la propiedad privada, la libertad de expresión y la autonomía municipal. Felix Zuloaga proclamo el Plan de Tacubaya en el cual se desconocia la nueva constitución y convencio al entonces presidente Ignacio Comonfort de apoyarlo en sus demandas. Los liberales se opusieron defendiendo la constitución. Como resultado estallo una guerra de tres años durante la cual se redactaron las Leyes de Reforma.
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