miércoles, 4 de mayo de 2011

FIN DE SIGLO XX



A partir de 1982, el gobierno mexicano puso de relieve las fallas de un modelo de desarrollo basado en la protección oficial de las empresas nacionales y el gasto excesivo del gobierno. Miguel de la Madrid tuvo que enfrentarse a todos los problemas derivados de la crisis: redujo el gasto gubernamental, suprimió subsidios y recortó el número de empleados públicos. Gran parte del dinero ahorrado se utilizó para pagar los intereses de la deuda bancaria, razón por la cual la economía no creció, el peso se devaluó más y aumentaron las penurias de la gente. Se incrementó el número de mexicanos que tratan de cruzar la frontera con Estados Unidos en busca de mejores empleos, lo que causó fricciones con el vecino del norte. Otro problema aún no resuelto es el poder y la riqueza crecientes de los narcotraficantes que fomentan la corrupción y la delincuencia en el país. En las elecciones de 1988, el candidato oficial, Carlos Salinas de Gortari, accedió al poder a pesar de una fuerte oposición. Salinas siguió con la política de ahorro; junto con un joven equipo de economistas redujo la inflación y negociar las obligaciones contraídas con los bancos. La economía mexicana volvió a crecer lentamente y se abrió a la competencia con el exterior. A principios de 1994 entró en vigor el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, que permite que los productos mexicanos puedan venderse sin impuestos adicionales en esos países. Esta ha sido una época de cambios acelerados en la que los últimos avances de la ciencia y la tecnología coexisten con comunidades aisladas y necesitadas de educación.


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